
Te quise sin querer, ahora maldigo
la causa que me trajo esta gran pena,
espina que ha matado la azucena
cizaña que ha crecido con el trigo.
Ayer vivía alegre y hoy mendigo
un rayito de luz de luna llena.
Esperanza sin fe que me condena
al destierro de ya no estar contigo.
Tristeza y desazón, viejas amigas.
Me enferma el alma oscura, me desvela,
un veneno de rosas y de ortigas.
Recuerdo y el recuerdo me encarcela,
a un amor que dejó solo unas migas
y es un sueño que en la mar perdió su vela.
.
Precioso!
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