Si tuviera siete vidas,
las mismas que tiene un gato,
yo con gusto las daría
por un beso de tus labios
y con gusto moriría
abandonado en tus brazos.
Versos, poemas, letras de fandango y solea y otras composiciones de Rafael Domínguez Villa.
Si tuviera siete vidas,
las mismas que tiene un gato,
yo con gusto las daría
por un beso de tus labios
y con gusto moriría
abandonado en tus brazos.
Qué me duele recordarte
niña de los ojos claros,
tus ojos fueron puñales
que en mi alma se clavaron
y que no puedo arrancarme
por más que el tiempo ha pasado.
Cuando anide la cigüeña
en el viejo campanario
y ya huela a primavera
por tu calle y por tu barrio
aunque quererme no quieras
me vas a estar recordando.
Un pintor de Sevilla
pintó un suspiro
con el aire y el agua
que lleva el río.
Pero tus ojos
solo Dios pudo hacerlos
por puro antojo.
Quién se acuerda de esos barcos
que a mi Cádiz arribaban
después de cruzar el charco
desde el puerto de la Habana,
oliendo a mar y guayaba.
Quién se acuerda de esas cosas,
las mulatas tan hermosas,
los sombreritos de paja
y los puros en las cajas
con su vitola de rosas.
Me dijo que me quería
y no dijo la verdad.
Yo no digo que mentía
solo que habló sin pensar
ni sentir lo que decía.
I
En las calles del barrio,
tristeza, ya no la encuentro
y me duele el olvido,
tristeza, más que el recuerdo.
En la plazuela
en un árbol clavado,
en la plazuela,
corazón y dos nombres, tristeza,
como una esquela.
II
La campana en la torre,
tristeza, va repitiendo,
qué final más amargo,
tristeza, para este cuento.
III
En la tapia encalada,
tristeza, la enredadera
se imaginó esta historia,
tristeza, de otra manera.
IV
Balcones sin geranios,
tristeza, melancolía,
ya tengo la certeza,
tristeza, no me quería.