
Este mundo no es tuyo ni mío
otros lo hicieron a su imagen,
vivimos los dos
una vida prestada
pagando el alquiler de un cuarto
donde no queremos estar.
En este mundo
somos delincuentes
que escondemos los besos
y buscamos lo oscuro
para que no nos sorprendan
los jueces sin alma
que dictan las leyes.
Pueden perdonar la usura
de las cosas y los seres,
el asesinato de la luz,
la rapiña del tiempo,
el robo de los sueños,
la mentira correcta,
el desprecio brillante,
la gris mediocridad
de vanidad inútil.
Todo ello es excusado,
premiado con elogios
y dinero en las arcas.
pero no pretendas
que indulten nuestro amor,
es peligroso.
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