
Todo en la vida
tiene algún motivo,
todo suceso
alguna causa.
Ni te esperaba,
ni fui a buscarte,
donde yo estaba
te cogió de camino.
Reconocí al instante
que eras la misma
de otras existencias
que pasamos juntos,
pero tú aún no sabes
quien he sido y quien soy.
No quise retenerte,
no quisiste marcharte,
sigues a mi lado
esperando el momento.
Vienes a darme muerte
sin mancharte las manos
con mi sangre.
Dejaré que me mates,
no quieres saberlo
pero a eso has venido,
me moriré en tus ojos,
pues en estos siglos
de cansancio
no he dejado de amarte.
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