I
Ella se marchó una tarde
en que agonizaba el sol,
tuvo miedo y fue cobarde
como cobarde fui yo.
Y mi corazón será (bis)
lo mismo que una gaviota
que tiene las alas rotas
y no volverá a volar.
II
Ella se marchó despacio
como sin quererse ir,
nada dijeron sus labios,
yo no supe que decir.
III
Se fue perdiendo a lo lejos
como un barquito en el mar,
hasta el último reflejo
no la dejé de mirar.
IV
Me quedé solo en la plaza
sin saber a donde ir,
sin querer volver a casa
y sin ganas de vivir.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario