Regreso

I

Cuando regrese a Sevilla
con el corazón partío
voy a cruzar a la orilla
del otro lado del río.

A perderme por Triana(bis)
para ver si allí me encuentro
de la noche a la mañana.


II

Cuando vuelva a San Lorenzo
a mirar al Gran Poder
y a que me mire por dentro
aquel que todo lo ve.

Y sabiendo de esta  pena
ese que todo lo puede
me libre de mis cadenas.

III

Cuando vuelva a ver la luna
del brazo de la Giralda
tendrá cura esta locura
que ahora me envenena el alma.

Y al llegar al Salvador
seré ese niño inocente
que no sabe del amor.


IV

Cuando vuelva a ver el cielo
como un pañuelo de seda
y el sol brillando sin miedo
encima de la Alameda.

Iré a bañarme en la luz
para que este instante negro
se pinte otra vez de azul.

Hojas secas

I)

Voy camino de una noche
que no tiene madrugada,
voy buscando ese reproche
tras el cual no queda nada.

Mi corazón ya cansado
de quererla sufre y peca,
que este es un amor de otoño
al que el árbol de la vida
le deja sus hojas secas.

II)

Ando mendigando besos
de unos labios siempre rojos
y por eso vivo preso
del juego de sus antojos.

Mi corazón ya cansado
de quererla sufre y peca,
que este es un amor de otoño
al que el árbol de la vida
le deja sus hojas secas.


III

Me conformo con las sobras
que me deja cada día,
pago el precio que me cobra
de tristeza y alegría.

Mi corazón ya cansado
de quererla sufre y peca,
que este es un amor de otoño
al que el árbol de la vida
le deja sus hojas secas.

IV

Mi tesoro es un suspiro
que no dura ni un instante
y cada vez que la miro
sé que voy a equivocarme.

Mi corazón ya cansado
de quererla sufre y peca,
que este es un amor de otoño
al que el árbol de la vida
le deja sus hojas secas.

Fandangos

Hay un fandango que ríe,

otro fandango que llora

y éste que no se decide,

que se está pensando ahora

que te quiera o que te olvide.



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