
Déjame que te mire despacito
que por una vez hoy ya no hay prisa
e igual que un sacramento es este rito
de grabarme en el alma tu sonrisa.
Déjame porque ahora necesito
cuando el final se acerca y nos avisa
guardar de ti en mi corazón maldito
un destello de sol y yerbaluisa.
Ahora no sé muy bien que es lo que pierdo,
todo se hace gigante y diminuto.
Qué locura tener que ser tan cuerdo.
Déjame que me apropie este minuto
para crear mañana mi recuerdo
antes que nuestro amor vista de luto.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario