Llamada

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Telefono. Óleo sobre tela. 20 x 25
Autora María Solis
Imagen tomada del blog

http://dorissolis.blogspot.com.es


Te llamo
aunque ya tengo
muy poca batería
y estoy peor de saldo.
Hoy tuve
otro mal día,
va siendo ya costumbre,
dentro de este mal año.
Tu voz me sale gratis,
me viene con la oferta
la pequeña alegría,
la ilusión inocente
de sentirte más cerca.
Te quiero,
ya lo sabes,
me gusta repetirlo,
qué pena, corazón,
que no sientas lo mismo.




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Mendigo de lunas

Imagen tomada del blog

http://sublimefuerzadeamar.bligoo.com



Ando mendigando lunas,
en la plata de la mar,
por los rincones del agua
voy matando mariposas,
con las lanzas afiladas
de unas espinas de rosa.

Mi memoria es el reflejo
de una tristeza fugaz
que ha dibujado tu cara,
la furia muerde las rocas,
con dientes de desengaño
al desaire de las olas.


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Inquilino

El amargo recuerdo
que habita la tristeza de tus ojos
arrastra ese cansancio
de los días grises.
Te brillan las pupilas
intermitentes como estrellas
que hace tiempo murieron,
demasiado lejos
ellas y tus pensamientos
para saber la verdad
que en un destello esconden.




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Leona vencida

La mirada mansa
de leona vencida
por los besos,
el cuerpo abandonado
a la lujuriosa pereza
del felino,
el desmayo apagado
de la hembra entregada
al deseo,
la dulce fiereza
de la presa,
el descuido estudiado
de quien espera
el mordisco voraz
que ha de llegar
en el instante
en que toda la vida
se hace muerte.

Nuevas cosas ( Fandango )

He perdido la memoria,

ni la busco ni la encuentro.

Mis espinas y mis rosas,

las dos se las llevó el viento

hoy empiezo nuevas cosas.

Pródigo

Reparto diligente,
alegrías que no tengo
y esperanzas que serán de otros
sin haber sido mías.
Dilapido tesoros,
sabiendo que no valen
la carga de su peso.
Manirroto, pródigo,
inconsciente,
nada me importa
sino tú
y no te tengo.



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El mundo

Este mundo no es tuyo ni mío
otros lo hicieron a su imagen,
vivimos los dos
una vida prestada
pagando el alquiler de un cuarto
donde no queremos estar.
En este mundo
somos delincuentes
que escondemos los besos
y buscamos lo oscuro
para que no nos sorprendan
los jueces sin alma
que dictan las leyes.
Pueden perdonar la usura
de las cosas y los seres,
el asesinato de la luz,
la rapiña del tiempo,
el robo de los sueños,
la mentira correcta,
el desprecio brillante,
la gris mediocridad
de vanidad inútil.
Todo ello es excusado,
premiado con elogios
y dinero en las arcas.
pero no pretendas
que indulten nuestro amor,
es peligroso.





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