I
Yo quise
ser jardinero
para
cuidar una flor
tanto tiempo y tanto esmero
de que poco me sirvió.
A
una rosa me arrimé
que
me clavó sus espinas
que
me clavó sus espinas
es
lo que suele pasarle
al
que a una rosa se arrima.
II
De
las flores del jardín
cogí
la que no debía,
yo no sé por qué elegí
aquella que no era mía.
III
De
la flores del jardín
escogí
a la más bonita
y me condené a sentir
un
dolor que no se quita.
IV
El jardín solo se queda
y yo me vuelvo a mi mar
donde el viento y la marea
me darán la libertad.
.
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