
Acuarela de Raimundo López
tomada del blog
http://raimundoyacuarela.blogspot.com
Los niños terminaron
de jugar a ser mayores,
volvieron a ser niños,
a tener los ojos claros
y la mirada inocente
de quién no ha conocido
esa tristeza azul
que lleva nuestro nombre.
Un día llegará
cuando sean adultos
que jugarán sin ganas
de nuevo a ser chiquillos,
inútil desatino
de marionetas rotas
que han perdido la gracia.
Desde aquí la ciudad,
grande y destartalada,
es un mapa celeste
de puntos luminosos,
de desmayadas luces,
estrellas que se apagan
de un universo triste.
El mar se ha vuelto negro,
profundo, tenebroso
y ha cerrado sus ojos
lo mismo que un cadáver,
lo veo en la distancia
pero no me consuela
la pena que ahora tengo.
Sopla el viento del norte
más gélido que nunca
y su frío me llega
al corazón vacío.
Los niños se han marchado
y me he quedado solo
pensando que he perdido
la vida con tus besos,
el tiempo con la vida.
.
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